Qué es una concepción del mundo
Una
concepción del mundo es una serie de principios que dan razón a la conducta de
un individuo. No se trata de un conocimiento ni de un saber. No es necesario
que el sujeto se lo plantee explícitamente, sino que se conciben los hechos de
la naturaleza como acciones particulares de la relación entre los hombres.
La vida
cotidiana la interpretamos muchas veces como una serie de creencias implícitas,
inconscientes en su mayoría. Pero hay que saber, que esas creencias están explícitas
en la cultura de la sociedad en la que vivimos. Esa cultura contiene un
conjunto de afirmaciones acerca del mundo físico y de la vida.
La
parte teórica y la parte práctica están relacionadas a través de un sistema de juicios
de valor: el sentido de la vida y de la muerte, existencia o no de unos principios
espirituales como causa del mundo, etc.
Pero la
existencia explícita de una concepción del mundo en la cultura de la sociedad
no permite conocer cuál es esa concepción del mundo en esa sociedad, pues posee
un carácter sobreestructural. Es decir, no es un reflejo directo de la realidad
social y natural que se vive.
CONCEPCIÓN DEL MUNDO Vs.
CONOCIMIENTO CIENTÍFICO POSITIVOà principal problema planteado
por el Anti-During.
Para
estudiar las relaciones entre concepción del mundo y ciencia positiva, basta
con atender a los aspectos formales de ambas:
-
Tradición grecorromana: concepción del mundo muy concentrada y
consciente, en forma de credo o de sistema filosófico. Característica del
S.XIX. Esta filosofía como sistema vio arrebatados todos sus campos por las
ciencias positivas, y acabó por ello intentando “salvarse” mediante un
repertorio de supuestas verdades, superiores a las de toda ciencia.
-
Para Platón y Hegel: esta filosofía de sistemas pretende dar de sí por
razonamiento el contenido de las ciencias positivas. De esta forma, su concepción
del mundo quiere ser un saber, un conocimiento real del mundo, con la misma
positividad que el de la ciencia. Esta pretensión fracasó hacia mediados del S.
XIX, con la disgregación del sistema filosófico de Hegel.
-
Hegel: pretendió desarrollar mediante afirmaciones materiales la verdad
del mundo. Debido a estas afirmaciones, la filosofía sistemática acaba por
caducar, según Engels.
¿Por
qué se acaba la filosofía sistemática?
La
causa principal es la definitiva y consciente constitución del conocimiento
científico positivo durante la Edad Moderna.
Conocimiento caracterizado por su intersubjetividad y por su capacidad de posibilitar previsiones exactas. Las tesis de la vieja filosofía sistemática, de los dogmas religiosos, carecen de estos rasgos. Y como esas rasgos dan al hombre una seguridad y un rendimiento considerables, el conocimiento científico positivo va destronando al pensamiento de la filosofía sistemática tradicional.
Conocimiento caracterizado por su intersubjetividad y por su capacidad de posibilitar previsiones exactas. Las tesis de la vieja filosofía sistemática, de los dogmas religiosos, carecen de estos rasgos. Y como esas rasgos dan al hombre una seguridad y un rendimiento considerables, el conocimiento científico positivo va destronando al pensamiento de la filosofía sistemática tradicional.
En
ocasiones, la falta de conocimiento positivo en la concepción del mundo es
necesaria, pues contiene afirmaciones sobre cuestiones no resolubles por los
métodos del conocimiento positivo (verificación o falsación empíricas) y la
argumentación analítica (deductiva o inductivo-probabilitaria).
Por ejemplo, una auténtica concepción del mundo debe contener enunciados acerca de la existencia o no de un Dios, finitud o infinitud del universo, etc.
Por ejemplo, una auténtica concepción del mundo debe contener enunciados acerca de la existencia o no de un Dios, finitud o infinitud del universo, etc.
Una
concepción del mundo que tome a la ciencia como único cuerpo de conocimiento
real se encuentra visiblemente por delante y por detrás de la investigación
positiva:
-Por delante
porque como visión de la realidad inspira la investigación positiva misma.
- y por detrás porque intentará construirse de
acuerdo con la marcha y resultados de la propia investigación positiva.
LA
CONCEPCIÓN MARXISTA DEL MUNDO. Dos principios fundamentales:
1. El materialismo.
Llamada
por Engels “concepción comunista del mundo”, está movida por la aspiración a
terminar con la obnubilación de la consciencia.
Se
trata de una concepción del mundo explícita. La liberación de la conciencia
presupone la liberación de la práctica, de las manos.
Un segundo rasgo supone que la concepción marxista del mundo no puede considerar sus elementos explícitos como un sistema de saber superior al positivo. El nuevo materialismo no es una filosofía, sino una nueva concepción del mundo, que tiene que sostenerse en ciencias reales.
Un segundo rasgo supone que la concepción marxista del mundo no puede considerar sus elementos explícitos como un sistema de saber superior al positivo. El nuevo materialismo no es una filosofía, sino una nueva concepción del mundo, que tiene que sostenerse en ciencias reales.
Esta
formulación de Engels supone la concepción de lo filosófico, no como un sistema
superior a la ciencia, sino como un nivel del pensamiento científico: el de la
inspiración de investigar y reflexionar sus resultados.
Esta
fórmula afirma que no hay conocimiento “aparte”, por encima del positivo. De la
misma forma que para el marxismo no hay
filosofía, sino filosofar.
“La explicación de los fenómenos debe
buscarse en otros fenómenos, en el mundo, y no en instancias superiores al
mundo”. à “Inmanentismo”. Este principio es la base del
hacer científico, y de la concepción marxista del mundo, el cual perdería todo
el sentido si admitiese la acción de causas no-naturales, destructoras de la
red de relaciones (leyes).
2. La dialéctica:
Este
principio no se inspira tanto en el hacer científico-positivo, sino en las
limitaciones del mismo. Un estudio del lugar de la dialéctica en el pensamiento
marxista exige un corto rodeo por el terreno del método de la ciencia positiva.La
ciencia positiva realiza el principio del materialismo a través de una metodología
analítico-reductiva. Su eliminación de factores irracionales en la explicación
del mundo procede a través de una reducción analítica de las formaciones
complejas a factores menos complejos.
La
reducción de fenómenos complejos a nociones más elementales permite penetrar
material y eficazmente en la realidad, porque posibilita el planteamiento de
preguntas muy exactas. Por otra parte, el análisis reductivo posibilita a la
larga la formación de conceptos más adecuados.
El
campo del pensamiento dialéctico es precisamente el de las totalidades
concretas. La concepción del mundo tiene que dar de sí una determinada comprensión
de las totalidades concretas, y entender las concreciones reales, aquello que
la ciencia positiva no puede recoger.
Así, la dialéctica materialista consiste en
recuperar lo concreto sin hacer intervenir más datos que los materialistas del
análisis reductivo.
“El alma del marxismo” según Lenin es esto mismo, el
análisis concreto de la situación concreta.
De esta
forma,
el universo como totalidad no puede pensarse en términos científico-positivos,
sino dialécticamente, sobre la base de los resultados de ese análisis.
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