viernes, 11 de noviembre de 2011

Lectura 1. ¿Qué es la ciencia?



Schumpeter define la ciencia como cualquier tipo de conocimiento que haya sido objeto de esfuerzos conscientes para perfeccionarlo. Estos esfuerzos producen hábitos mentales (métodos y técnicas)  y un dominio de los hechos descubiertos por esas técnicas.
Se trata de una definición superficial, pues Schumpeter tiende a refugiarse en el puro empirismo. 
Podemos hacer uso de su pensamiento mientras no nos salgamos del terreno estrictamente empírico, mientras tratemos de determinar los fenómenos tal y como aparecen externamente, pero no en otros aspectos.
Debemos profundizar en el concepto de ciencia que nos propone Schumpeter, y precisar lo que entendemos exactamente por conocimiento.

El autor afirma que la finalidad de la investigación científica consiste en descubrir las normas que forman el universo empírico del hombre (la realidad objetiva).

El conocimiento de la ciencia consta de tres aspectos fundamentales:

1.      El conocimiento debe describir la realidad y explicarla. Por ello la ciencia no puede ser únicamente un conjunto de definiciones. Hegel añade que la ciencia debe mostrar la necesidad de los objetos y no dar una simple descripción de los hechos.

2.    El conocimiento científico no puede conformarse con una explicación cualquiera de la realidad. Debe ser una realidad objetiva, sin introducir elementos ajenos a ella. Hegel dice que la ciencia, más que explicar el mundo debe comprenderlo.
Así, la historia del conocimiento científico es en realidad la historia de cómo la Humanidad ha explicado el mundo real:
-atribuyendo a los fenómenos causas fantásticas.
-hipotetiza causas reales.
-conociendo las relaciones que se establecen objetivamente entre los fenómenos de la realidad.

Además dice Engels que concebir materialistamente la naturaleza es concebirla pura y simplemente tal y como se nos presenta, sin introducir nada extraño. De esta forma, la materia sólo puede tener un significado: el de realidad objetiva que existe independientemente de la conciencia humana. 
Por ello, la filosofía científica ha de ser materialista y basarse es estudiar la realidad tal y como es, y explicarla partiendo de ella misma.

Así, el marxismo, que es un materialismo filosófico, constituye la primera concepción del mundo basada total y exclusivamente en la ciencia.

3.      La tercera característica del conocimiento está constituida por la idea de que el conocimiento científico es sólo una parte de la actividad humana, por ello el conocimiento no es un fin en sí mismo. El hombre desea conocer el mundo para modificarlo según sus necesidades.
El fundamento más esencial del pensamiento humano es la transformación de la naturaleza por el hombre.

Pensamiento y acción, conocimiento y praxis àindisolublemente ligados a través del conocimiento.

La praxis requiere un gran conocimiento de la realidad, en la cual el hombre se prepara para actuar. 
Pero a su vez, el conocimiento no debe orientarse hacia la consecución de objetivos prácticos, sino que debe tratar de llegar al conocimiento de lo real. Por esta razón, la ciencia nunca tendrá como objetivo la praxis, pues su meta es la búsqueda de la verdad de las cosas, entendiendo por verdad lo que corresponde a la realidad.
Una vez conocida la realidad, surgirán los instrumentos técnicos que nos permitirán modificarla, pero ninguno de esos instrumentos nos serán de utilidad se carecemos de conocimiento.

Relación Ciencia Vs. Praxis

Actividad cognoscitiva àcognición e interpretación de la realidadàpraxis destinada a modificar la realidad.

La praxis, para que tenga éxito, ha de ser una acción colectiva, coordinada entre más de un individuo. La investigación tiene, al contrario, un carácter individual. Esto es porque el hombre es un animal social, y debe coordinar su acción con la de sus semejantes, pero no puede coordinar su pensamiento con el de los demás. El pensamiento es individual, y no puede ser de otra manera. Lo único que puede hacerse es transmitir el propio pensamiento a los demás, pero nada más.
Pero tanto la acción colectiva como el pensamiento individual son fenómenos sociales, es decir que no existen fuera de la sociedad.

De todo ello se desprende que el modo de desarrollo de la acción no coincide con el modo de desarrollo del pensamiento. Incluso en el caso de que nos encontremos en una misma persona al hombre de ciencia y al hombre de acción, nunca será ambas cosas a la vez.

Si el “hombre de ciencia” quiere tener éxito en su investigación, nunca debe preocuparse por las consecuencias prácticas de la misma, en contra de lo que ocurre con el “hombre de acción”.

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