miércoles, 26 de octubre de 2011

CAMBIO DE CROMOS


“La tasa de intercambio de Israel”

No nos engañemos, siempre ha habido diferencias entre unas personas y otras. Siempre las ha habido y siempre las habrá.
En la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, ya en 1789, se nos dijo que todos éramos iguales. Iguales ante la ley e  iguales en derechos. Eso sí, establece un matiz en cuanto a esto: “(…) las distinciones civiles sólo podrán fundarse en la utilidad pública.

Han pasado más de 200 años y todavía vivimos en un mundo de distinciones. Las vemos a diario, y parece no sorprendernos.
Desde luego que mi vida no vale lo mismo (en $) que la vida de Barack Obama, de la misma forma que mi trasero no vale lo mismo que el de Jennifer López. ¿Por qué? (Quizá deba replantearme el tema de mi trasero…).

No, en serio, a lo que voy. No somos iguales, vale, aceptamos. ¿Pero vale la vida de un soldado Israelí el equivalente a 1027 presos palestinos? ¿El soldado israelí vale mucho o los presos palestinos valen muy poco? Creo que al soldado israelí, no sé si por el hecho de ser israelí o por el hecho de ser soldado, le aplican un “IVA” muy alto...

He leído que existen bases filosóficas de Israel y el estado judío, y algo así como la “Tasa de Intercambio”. Las tradiciones del judaísmo hacen un profundo énfasis en lo sagrado de la vida y en la obligación de rescatar al cautivo.

El Tamud (texto clave de la ley y ética judía) dice que aquel que salva una vida debe ser considerado como si hubiera salvado a todo el mundo.
Al menos esto fue lo que dijo el primer ministro Benjamin Netanyahu para explicarle a la nación el motivo por el cual decidió cerrar el acuerdo para liberar a Gilad Shalit, que así se llama el afortunado.

Pero ésta no es la primera vez que ocurre algo como esto. Existen  más precedentes: En 1985, cuando Israel liberó a 1150 prisioneros a cambio de tres soldados de la IDF (Fuerzas de Defensa Israelíes).
En 2008 ocurrió algo similar. La diferencia es que cobra especial importancia la valía de un muerto a cambio de 400 vivos.
En resumen, Israel ha liberado unos 7 mil presos a cambio de 19 israelíes y los cuerpos de otros 8 en 30 años.

“Tenemos que demostrar a los que pelean por nuestro país, que la comunidad hará todo lo posible por devolverles a casa, vivos o muertos” --> Dice el ex agente Mosad Rami Igra. 

Los estados suelen decir que no negocian con terroristas, pero hoy tenemos una prueba más de que no es cierto. Hace once años Netanyahu intentó matar a Khalid Meshal, líder de Hamás. Estos días negociaba con él la libertad de Shalit y los mil presos.

Por eso niños, en el capítulo de hoy de Barrio Sésamo, vamos a aprender a VER, OIR Y PENSAR todo lo que nos cuenten. 

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